Taxis

Hoy el taxista que me trajo venía bastante ameno.
Me cobró o le pagué $1.50. Cero quejas.
Este joven tenía, como la mayoría de los panameños, inquietudes musicales, pues puso su CD favorito de salsa que buscó en la guantera frente a mí, y se puso a cantar una canción de Tito Rojas...
Por suerte no tenía mala voz.

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