Simbiosis eco-arquitectónica

Esto es lo que llamo una verdadera simbiosis eco-arquitectónica.
El techo y la terraza de este restaurante, se construyeron sin necesidad de derribar este hermoso árbol de mango que quién sabe cuántos años tenía en dicho lugar...
Muy bien por ellos!!!!
De esta manera, se evita que el calor que azota nuestra ciudad, eleve la temperatura del lugar, al usar la propia sombra del árbol, además que esos techos de Zinc no son termorreflectivos...
Ojalá que muchos otros locales imitaran dicha iniciativa.

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